Realizar un autoexamen de mamas es una práctica fundamental para la detección temprana del cáncer de mama. Este sencillo procedimiento ayuda a identificar cambios en el tejido mamario, como bultos o irregularidades. Para comenzar, elige un momento del mes en el que tus senos estén menos sensibles, como una semana después de tu período.
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Frente a un espejo, examina visualmente tus mamas en busca de cambios en el tamaño, forma o color.
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Luego, acuéstate y palpa con movimientos circulares toda la superficie del pecho, desde la clavícula hasta la parte inferior de la mama y desde el centro hasta la axila. Utiliza las yemas de los dedos y aplica diferentes niveles de presión.
Si detectas alguna anomalía, consulta a un especialista. Recuerda que el autoexamen es una herramienta preventiva, pero no reemplaza la mamografía.
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